En lo del almateur siempre te atienden bien. Esta vez la visita respondía a varias necesidades. La primera era conocer a Manuelina, la última que se coló en este chinchón de la vida, y después reventar el vino de autor que venía guardando. Otra opción era toquetear a la Xana un rato, la única femenina que nunca me deja tuerto. También fuí preparado a poder enganchar en alguna foto a la Valen reacia a las instantáneas. Para pasar el rato y mover la mandíbula, el bicherío a dos fuegos resultó mantecoso y la compañia del cantor y la telefónica condimentaron el mastique popular. Es Argentina, sostengo que la carne debe ser popular y no un emprendimiento privado para muelas de metal precioso.
El sol fué grandioso como el pan con chicharrón. Los postrecitos de barro los dejé para otra vuelta. Logré engañarlas y robarles fotos. Otra vez rodeado de mujeres. Salud por un día de fuga de ciudad. Salud por el silencio de Manuelina. Auguro un futuro parlamentario. Estoy seguro que el día en que se haga notar, será histórico.


(en un momento se perdió todo el respeto)
1 Comment:
Y si.....
El asado es el asado.
Que no me vengan con eso de que el asado es el pretexto para visitarse.
Ni tampoco eso de que... comen asado porque tienen ticket.
Los domingo se come asado y que... se caguen los pobres!!!! Decía... (Que en paz descanse)(dicen que aso como el)
lmtr
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