Serie Diaria XVIII

El velador rescatado. La luz nocturna artificial, casi la misma que usamos para volar mejor en la sala con mis amigos en el concierto de nuestras vidas. Casi la misma del sol que transformó en queso la luna de Humahuaca. Casi la misma que algunos ojos desprenden. Casi la misma que vió Victor Sueiro ¿andá a saber?
Si uno escribe mientras en sus oidos suena Femme fatale cantada por Nico & Velvet Underground, como lo hago yo en este momento, puede dejarse ir tranquilamente al cielo de un vino tinto, una alfombra y un turrón navideño cubierto de ostia en el costado. Eso, sería lo máximo. Y si a eso le sumara la mujer fatal a mi lado, solo me quedaría... apagar la luz.
(fotos para descorchar)

1 Comment:

Anónimo said...

jajaja. gran sentido de la asociación. jajaja.
fijate que el turrón no esté vencido!
La femme fatale capaz que llega el sunday morning.
salute