luz de día



Ayer fué mi cumpleaños, también un día gris de lloviznas, de esos que me encantan. Los de sol tienen su sabor exquisito pero relajar en un invierno con llovizna es perfecto. El día anterior, anteayer, pensaba en los cumpleaños. Pensaba en los que fuí actor principal y en los que fuí parte del elenco o hasta extra. ¿Porqué no todos los recordaba? Quizás eran años no muy importantes porque no me recuerdo borracho al estilo Wada en la banquina de la ruta, después de un festejo de mediodía como para olvidarme lo ocurrido. Anoche cuando volvía caminando con la Colo hablábamos sobre eso, y sobre como disfrutamos en los que formamos parte del elenco y extras. Fuí extra en fiestas de quince muchas veces y he saltado portónes con varios de los que todavía están conmigo para tener un ratito de papel en la película de alguna quinceañera desconocida. Una vez el padre de una salió a la vereda y nos hizo entrar a todos porque los actores no le ponían onda; pasamos de la nada a la gloria, de tira cables a conductor.
Lo que siempre me pasa cuando cumplo años es que en la semana del día de uno (por que es de uno), siempre toco en alguna parte y con alguna banda y ahora me toca con el Pedro. Los shows? en época de cumpleaños son una fija.
Recuerdo varios cumpleaños en que fuí parte del elenco y creo que me lleanron casi o más que si fuése el mío. Creo que hay veces que el solo hecho de que te dejen formar parte, que te regalen un espacio, es un regalo casi de cumpleañero. Cómo podría olvidarme de cumpleaños con Germán con Bunbury en el escenario o con Cienfuegos en Casa Babylon o de los cumples de Cristian, Feco, y otros en mi casa de San Francisco que nunca fué nuestra pero que la van a tener que voltear para borrarle nuestra energía acumulada.
Ni hablar del cumple en el bondi a Potosí con bonobones y vino rosado chileno, con amigos de la vida, con silencio de cabecitas que sueñan, luz de linterna y lluvia musicalizando en el techo. Lo más!
Me gustan mucho los días grises lloviznados, odio las baldosas cordobesas y creo que el día de ayer es un regalo que alguién me mandó; seguro viene de arriba, o de abajo porque el Arrigo seguro se mandó alguna que lo clavó en el fondo, aunque tengo una idea de vida en otra dimensión más que el viaje de dos paradas. ¿podré hacer ese viaje de mochilero? Bueno, esto es para otro día.
La verdad es que ayer fue un día muy lindo. Mis amigos se ocuparon de hacerme saber que me quieren, tuve un llamado que me invitaba a teletransportarme 1000 km para buscar abrazos de oro, tuve lasagna casera, vinos, turrones de Quaker, chorizos secos y queso, risas, palabras secamentes (nunca faltan) y una caminata a las dos de la mañana con el Pedro, la Colo, Virna y una perra en celo que engrupió a unos machos descorazonados que la seguían en fila miéntras ella meneaba cogotuda la cola por plena avenida Colón.
Fué así, simple como mis amigos; extrañé a varios pfff... pucha si los extrañe!
Gracias!
La palomita en el techo me mostraba el buche y me decía ayer "...sacáme Capita, sacáme..." y bue, pobrecita, le saqué!

3 Comments:

Anónimo said...

de tira cables a conductor! bárbaro!!! jaja.
feliz cumpleañitos!!!
salute
Mariana

Anónimo said...

me quedé pensando en esos cumples de la casa prestada....
hoy los flogger y/o nuevos pop moririan por esa torta de durazno (que diseño loco tenia esa torta man!!!!)

lmtr

Anónimo said...

No hay nada mejor que expresar nuestras situaciones particulares, que mejor, y asi los demás nos conocen más..o no?
Hay como extraño mis hueveos con naranja y ron!....me acompañas.