de sobremesa

Estoy mal dormido, tal vez producto de la comida o del placer del vino, o quizás por el poder de aturdir que algunas personas tienen. Charlas de violencia verbal, de individualismo puro, de contradicciones morales, de "yo, "yo" y Yo!

La justificación del crimen. La muerte como solución de todos los problemas. Retroceder años y el " a mi núnca me pararon". Creer que se nace malo, creer que nada cambia, que todo se repite cada seis años y que no es posible evitarlo. Tratar de imponerme una forma de pensar, qué pensar y hasta decirme que haría y hago en ciertas ocaciones. Una vez me dijeron "...no piénses por mi..." y lo aprendí en el acto (itiberé) y anoche estaba en eso, estaba frente a un momento dónde se discute sin información, dónde encubiertamente se justifica el terror y la muerte y dónde tratan de pensar por uno. Todavía tengo poder sobre mi cabeza, o eso creo. Todavía soy capaz de equivocarme por confiar y es tán saludable aunque a veces duela, pero esa es tu pared, tu choque, tu golpe y es tu elección.

A veces creo que uno debería decir lo que uno sabe del otro para mostrar su contradicción pero no en una charla de esas donde el vino florece el fanatismo y el autoritarismo de algunos.

Por eso me siento feliz de seguir siendo un iluso (para ellos) un soñador, un tipo que todavía cree en las personas y sabe que hay gente que no se entrega a un programa de Tv, a un discurso conveniente, o al individualismo como objetivo.

Me apoyo en Cristian y Andrea que todavía confían en traer sonrisas a este mundo, en Germán que sigue persiguiendo un sueño en su locura del dia a dia, en mi vieja siguiendo y siguiendo, en Natalia luchando en la villa por causas que no la tocan pero hace propias, en Fernando y su amor por la palabra, en Agui por aguantar y reir, en Melina por creer todo el tiempo que es posible, en Nicolino por ser tan puro y hermano, en Peter y Bruno por cuidarme de las sonrisas que me mienten, en Emi por sus buenos consejos y su globo de chicle, en la luna de de Humahuaca, en la paz de los siempre verdes y en mi guitarra.

"...Nunca mates la flor pues el silencio no ha de ser perceptible sin perfume, de que sirve el río sin corriente, para que los ñandúes sin el viento, de que sirve el zorro sin la liebre, para que tu corazón si no eres gente..."

Hugo Giménez Agüero (Nunca mates la flor)